Cómo Entrenar el Sistema Inmunitario Naturalmente

El sistema inmunitario tiene dos funciones principales. 1) Reconocer lo propio de lo ajeno, y 2) Dar una respuesta adaptativa, siempre con un grado adecuado de tolerancia inmunológica. El sistema inmunológico es uno de los  mecanismos de adaptación, propio de cuerpo. Este sistema de adaptación y defensa es susceptible a su propia predisposición genética, a factores ambientales, biológicos, tóxicos, psicoemocionales, etc. Nuestros hábitos y cuidados tendrán un papel importante en el correcto desarrollo y en el estado de salud de nuestras defensas. Vamos a ver esos tips que nos van a ayudar:

  1. Salud y buenos alimentos. La base de nuestra salud inmunológica es la alimentación. En verano solemos romper con la rutina habitual y es usual los excesos y desajustes. Es muy probable que consumamos más azúcares, alimentos salados y grasas de peor calidad. Un consejo será, restaurar e incidir en  una dieta sana y equilibrada. La naturaleza es sabia y nos ofrece los alimentos de temporada. 
  1. La digestión es la cuestión. Este es el título del libro de Giulia Enders, en él se intenta resalta la importancia del sistema digestivo. Los naturópatas  y los que trabajamos en salud natural, vemos a menudo, como algunos desajustes digestivos influyen en la respuesta y tolerancia inmunológica, y se puede expresar, en una mayor sensibilidad e inflamación de la mucosa respiratoria o la dermis de la piel (atopias cutáneas, bronquitis de repetición, laringitis, etc). Es importante reducir el consumo de azúcares y harinas refinadas, y modular  el consumo de lácteos industriales. Tomar  probióticos, es una buena idea para adecuar el equilibrio de la microbiota intestinal. Sabemos que estas bacterias intestinales tiene un papel muy importante en nuestras defensas.
  1. Bailar al ritmo de la naturaleza. La cronobiología es la parte de la biología que estudia los ritmos internos y los fenómenos cíclicos en los seres vivos. Existe una sincronización entre el ritmo de la naturaleza y nuestros cambios internos. 
  1. Plantas con propiedades. Nuestra cultura  incorpora plantas en nuestro saber culinario, y también en nuestro botiquín. La naturaleza nos presta sus plantas, y estas a su vez nos bridan una serie de principios activos que nos cuidan. Un ejemplo de ello, es el tomillo, romero, orégano, salvia o ajedrea. Podemos preparar una sal de hierbas con algunas de estas plantas secas y trituradas, para añadir a nuestras carnes y pescados, esto facilitará nuestra digestión y tendremos un extra para nuestras defensas. Podemos preparar una infusión en el inicio de síntomas catarrales, con tomillo, romero, llantén, malva y yemas de pino. La naturopatía y la cultura del uso de las plantas medicinales nos ofrece múltiples preparaciones, como las decocciones, bálsamos, jarabes, emplastos u oleatos. Se pueden realizar también vahos, lavados e irrigaciones. Nuevamente, eran las abuelas las que disponían y transmitían esta sabiduría.
  1. Baños de sol. La radiación solar nos proporciona la síntesis de vitamina D. Cada vez más se está viendo la importancia de esta vitamina en nuestro sistema inmunitario, por lo visto reduce el riesgo de infecciones microbianas. 
  1. Salud vascular. Nuestro sistema vascular nos protege de los cambios de temperatura externos, y se adapta para mantener la temperatura corporal (termorregulación). .
  2. La Salud natural nos ofrece  vías más respetuosas, capaces de modular y regular estos signos, sin llegar a suprimirlos del todo, permitiendo un proceso de equilibrio más orgánico y natural para nuestras defensas.

Espero que sea de ayuda y reflexión estos tips, para preservar los recursos propios que nos ha dado la sabia naturaleza.

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